Junichiro Tanizaki (Tokyo, 1886 – Yugawara, 1965) fue un gran escritor, novelista, guionista y colaborador de la revista de Literatura de Mita. En 1964 se convirtió en el primer japonés en ser reconocido como miembro honorario por la Academia Estadounidense de las Artes y representó un papel principal en el entrecruzamiento de la cultura Oriental y Occidental en el siglo XX.
Publicado originalmente en 1933 bajo el título de Éloge de l’ombre / In’ei Raisan, tenía como objetivo dar a conocer la cultura japonesa al mundo occidental desde un punto de vista poético. Se debe tener en cuenta que por aquel entonces, Japón pasaba por un proceso de expansión y desarrollo económico muy intenso por lo que la población se veía afectada por múltiples procesos deoccidentalización. Esto provocó cierta molestia en los habitantes más conservadores que defendían la permanencia total de las tradiciones ancestrales japonesas, entre los que se encontraba Tanizaki.
El elogio de la sombra representa apenas uno de los varios ensayos escritos por el autor, se trata de un libro muy breve y sin capítulos, que cuenta con 92 páginas. Fue editado por primera vez en 1994 con la traducción de Julia Escobar, llegando a publicar la 43ª edición en 2021.
En el libro expone de forma crítica el tema, planteando preguntas como: “Si oriente y occidente hubieran elaborado cada uno por su lado, de manera independiente, civilizaciones científicas bien diferenciadas ¿cuáles serían nuestra forma de sociedad y hasta qué punto serían diferente de lo que son?” Tanizaki (1833).
Es una crítica a los propios nativos, que se dejaron influenciar por las innovaciones occidentales, sin defender sus raíces y aceptando todo aquello sin cuestionarse.
Hace una reflexión subjetiva acerca de la importancia de la sombra en los espacios orientales y cómo esto influye en los demás aspectos cotidianos de los japoneses, y busca explicar la belleza existente en cada ritual y hábito japonés, invitando a todos aquellos que se interesan por dicha cultura para que puedan conocerla a través de múltiples citas de espacios, autores y elementos tradicionales, sin dejar de mostrar su percepción en cada uno de ellos.
En él, compara la búsqueda de armonía, luminosidad y pulcritud occidental, frente al valor de lo vivido oriental, donde estiman más todo aquello donde se puede apreciar el paso del tiempo, y donde junto con la profundidad que arroja la penumbra, le dan sentido al ser.
Es admirable su conocimiento acerca de la cultura japonesa y la sensibilidad que poseía para identificar la calidez y la profundidad típica de Japón y se aprecia especialmente el amor que tenía por sus costumbres y como disfrutaba explicarlas. No obstante, es visible que el autor se vió en ocasiones superado por las intensas novedades occidentales que enfrentó el país en la época, por lo que acaba reiterando y enfatizando en exceso su punto de vista crítico y su descontento frente a la aceptación de la influencia occidental.
Personalmente este libro lo recomendaríamos a lectores con un interés artístico y filosófico superior, que estén ligados al mundo del arte, y que busquen expandir sus conocimientos acerca de las vicisitudes por las que ha transcurrido la cultura japonesa.
Reseña de:
Vitoria da Silva
Claudia Madrigal
Diseño de interiores. 3DIBM. 2022-2023, EASD València
Asignatura: Estética y Tendencias Contemporáneas del Diseño de Interiores